En esta mi tierra, de parranda y pandereta que por menos de ná nos montamos una juerga y para no ser menos que el Rocío, nos vamos de romería.
Dado que normalmente no dejan acampar libremente por ahí y puesto que mi hijo mayor estaba deseando pasar una noche en la tienda de campaña, decidimos irnos de romería también y salir del caprichito.
Cuando llegamos a la zona en cuestión elegimos un buen lugar donde acampar, un poco retirados del lugar principal donde la Virgen pasaría la noche y dónde supusimos (erróneamente) que estaría todo el jaleo. A nuestra derecha unos cuantos matrimonios mayores, a la izquierda unas familias como la nuestra con varios niños también.
Viendo el buen ambiente nos atrevimos a llamar a mi hermana y su familia para que vinieran con nosotros ( y nos trajeran el carbón para la barbacoa que una no puede estar en todo).
Así como a las ocho de la tarde empezaron a llegar más coches y a aparcar a nuestro alrededor.
Todos eran jóvenes de unos veinte años que nada más llegar pusieron el chunda-chunda bien alto y sacaron la consabida botellona.
A las diez de la noche ya habíamos presenciado dos peleas, de esas de "tú de que vas? no tú de que vas? ¿a que te meto? ¿a que te meto yo antes?.." pero se ve que aún no estaban demasiado calientes y se controló la cosa. Pero a las dos de la mañana...ya se habían metío de todo en el cuerpo y el control brillaba por su ausencia. Peleas, roturas de botellas en los servicios, gritos y música estridente a todo volúmen.
Ya nos tocaba apechugar y rezarle a la virgen para que en una de esas no nos viéramos envueltos.
No quedamos hasta bastante tarde en la puerta de la tienda, charlando, bromeando y casi lo pasamos bien.
Eso, casi. Nos dimos un par de sustos e incluso pensamos en dejar los bártulos, coger a los niños, meternos en el coche y no parar hasta estar sanos y salvos en casita.
Peeero, habíamos bebido (un pelín sólo, lo bastante para que te plantaran una buena multa en el control que había a la entrada-salida de la romería) y decidimos quedarnos, pensando que la cosa se había calmado un poco...(hubo una migración masiva, por lo visto hacia otras zonas del bosque)
Vana ilusión.
Al ratillo, y con nosotros ya acostados se seguían oyendo los insultos y las amenazas. Toda lo noche, oigan, en blanco, acordándonos de la madre de más de uno.
Y digo yo, sí yo también he tenido esa edad, y hemos bebido más de la cuenta, y se han montado peleas... pero no con ese nivel de violencia. Antes los amigos separaban a los contendientes, ahora los incitan. Niñas monísimas achuchando a sus novios como gallos de pelea.
Que descontrol, y no entiendo que placer se puede sentir en beber hasta perder la conciencia, en pelearte o provocar peleas porque "ese me mira mal", no entiendo como eso puede ser diversión.
Me consuela pensar que la mayoría de los jóvenes no son así, que estudian y trabajan y se divierten de formas menos destructivas. Sobre todo porque supongo que algún día mi hijo querrá salir de marcha y espero educarle correctamente para que no lo haga de esa forma.
Intentaré inculcarle respeto por sí mismo y por los demás.
Y prometo no llevarlo más de romería, para no darle mal ejemplo.
5 comentarios:
¿La mayoría no son así? Yo diría que la mayoría sí son así, pero que afortunadamente está en tu mano que tus hijos sean de la minoría. Aunque es sobre todo en España.
Al menos, la mayoría que yo conozco no son así. Pero si la manada manda, espero que mis hijos sean de la minoría.
jaja buena anécdota... Lamentablemente siempre va a haber gente así, e incluso sin necesariamente beber, mira que ya me ha tocado detener unas cuantas peleas, pero bueno uno sólo puede predicar con el ejemplo y en tu caso con la educación de las futuras generaciones, sin duda creo que en algún punto de la humanidad van a hacer poquísimos estos casos (o eso espero). Saludos... (:
Yo no pienso pisar una romería hasta que me siga acordando de una que viví casi igualita a la tuya!!
Un amigo siempre dice que ésta es una generación perdida, los famosos nini, que no sirven para nada. Yo espero, igual que tú, que la generación de nuestros niños no sea así, o por lo menos los nuestros se salven de esta forma de vivir y pensar. Como padres pondremos todo nuestro interés, pero no está todo en nuestras manos...Plantamos la semilla, la regamos, quitamos las malas hierbas y esperamos que salga una hermosa planta con flores y agradable olor...pero y si crece un cardo? No está todo en nuestra manos, querida Barbaria!
Que hermosa(y acertada) definición de la paternidad, Akane.
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