A veces es necesario amputar.
No hay más remedio.
Se hace para evitar un mal mayor.
Nadie desea perder una pierna o un brazo pero se puede vivir sin ellos.
No es lo mismo, pero se puede.
A veces, se da el caso que, después de la amputación, la persona sigue sintiendo el brazo o la pierna como si estuviera ahí porque se amputa el miembro pero no la zona del cerebro donde se alojan sus receptores sensitivos.
A veces, duelen.
Eso se conoce como "dolor del miembro fantasma" y es tan físico y tan real como si el brazo o la pierna siguieran estando en su sitio.
Por eso siempre es necesario luchar.
Y sí, va por vosotros
Y ya no tengo nada más que decir.
3 comentarios:
¡Dios mío, cómo quiero sentirme aludida, qué letra de cancíón, hija, cómo la cantaría si me diera la oportunidad!
Porque, ¿sabes? La anatomía ha avanzado un montón, y ahora hay cracks en medicina que reimplantan miembros amputados. Sí, sí, volver a avanzar con lo que te arrancaron, volver a acariciar, a sentir, volver a sentir la sangre, la vida fluir...Es maravilloso, pero exige un trabajo muy duro, mucha rehabilitación, mucho cariño, mucho tesón...mucha valentía. Pero cuando quieres volver a recuperar lo que sientes tuyo, ay, nada se te pone por delante, Barbaria, nada en este Mundo ni en el otro. Sigo soñando :-)
Si aún siguen amándose tendrán que buscar la forma de sobreponerse a las dificultades que les han hecho perder el norte. Casi nunca es fácil, pero tienes razón, hay que luchar.
Pues sí, Camaleona, a ver si estos dos se aclaran de una vez que estoy que no duermo. Por cierto, bienvenida, ponte cómoda.
Reina, no te digo ná y te lo digo tó.
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