lunes, 9 de julio de 2012

¿Había escrito ya una de mafiosos?

"Pasa", me dice tras la reluciente mesa de su nuevo despacho.
"Tengo que comunicarte que la empresa te propone un cambio en tu jornada laboral, de 40 horas a 36..." (Glups!, pienso mientras compongo mi mejor cara de póker)"..naturalmente tú tienes que estar de acuerdo en eso." La rubia de bote apoya dos dedos sobre su sien derecha y el ojo se le tuerce en un gesto extraño, como si todo le diera sueño y tuviera que levantarse el párpado para mantener la mirada. "Yo te comunico sólo que si no aceptas, la empresa te ofrece la carta de despido. La empresa está ahora muy fuerte económicamente y no le importa despedir a quien sea."
_"Pues tan fuerte no estará_contesto con calma_ cuando nos deben dos meses de sueldo y las pagas extras del año pasado".
_"Es mi deber comunicarte que fulanita y menganita han renunciado a tal y cual derecho para continuar trabajando...y que sabes como está la situación y que hay veinte personas dispuestas a ocupar tu puesto".
Continúo con mi cara de póker y trato de no espetarle a la cara a cuantos de esos 20 ha entrevistado para conseguir a alguien que nos haga las vacaciones de verano (tres míseros curriculums: uno rechaza el trabajo porque estuvo el año pasado y sabe como se tarda en cobrar, otro ya está trabajando en otra cosa y el tercero, un chico recién salido que está deseando empezar en agosto a trabajar en un gimnasio y veremos si cubre mis vacaciones...)
La amenaza es innecesaria y superflua.
Acepto, acepto, claro que acepto, sobre todo porque me sale más rentable no cobrar 36 horas en lugar de no cobrar 40.
Ya no me sorprende la cara dura de "la empresa" y me da pena la rubia esta, con el despacho decorado con post it rosas, floreros rosas, carpetas rosas... esta no sabe como se las gasta "la empresa" con su política de usar y tirar y tengo curiosidad por saber qué llega antes, mi jornada reducida....o el momento en que ya no sea necesario una persona para comunicar ciertas noticias.

5 comentarios:

X dijo...

Desde luego, sus amenazas son totalmente innecesarias. Podía haberse esperado al menos a ver qué decías antes. Puta de los cojones. xD

Camaleona dijo...

Por mi trabajo conozco montones de empresas y montones de negocios, y lo que cuentas me suena muchísimo, eso ya lo he visto otras veces en las empresas "que están tan fuertes", contratan a alguien que se dedique a dar "buenas" noticias y después, cuando las "buenas" noticias ya no son necesarias, la persona que las da tampoco es necesaria.
También ocurre que normalmente, esas empresas tan fuertes que no pagan a sus empleados (y además teniendo en cuenta que sois una empresa de servicios, con lo que los empleados sois el principal y casi único valor de la empresa) no paran de tomar decisiones equivocadas, como la de contratar a alguien para dar buenas noticias, o la de no pagar a sus empleados.
De corazón te digo que siento mucho lo que está ocurriendo en tu empresa, por vosotros y por las personas que cuidáis, porque evidentemente también se van a ver afectados.

Ligia dijo...

Mafiosos... esa es la palabra. A ver hasta cuándo aguantamos. Abrazos

barbaria dijo...

Confieso que la situción ya no me estresa, me divierte. Cada día es una aventura llegar al trabajo y averiguar en qué quieren ahorrarse el dinero esta vez.
Es una situación insostenible, claro. O se cambia de criterio o "la empresa" se va al garete. Como dices, Camaleona, es una empresa de servicios y a ver qué ocurre cuando no se pueden cumplir los servicios que prometes...Las empleadas (no es lenguaje sexista o no sexista, es que la mayoría somos mujeres) tratamos de que la atención no se vea demasiado afectada, pero es difícil cuando se carecen de medios humanos y económicos.
Son unos mafiosos, Ligia, te lo digo yo, pero aguantaremos lo que haya que aguantar.
Unos mafiosos...aunque me gusta más la definición que apunta X. :P
En fin, sigamos...

Elysa dijo...

Se me había despistado tu entrada. Y vaya, aunque me suena esta situación que cuentan, ya pasé por algo así. Tú lo has puesto en Etiquetas: la puta crisis.

¡Ánimo!

Besitos