martes, 27 de octubre de 2009

...y van nueve.

Repasando, creo que uno de los motivos por los que me gustó Agora es porque es la segunda película no infantil que he visto en el cine este año. (La otra, Ben X ) ¿Que voy poco al cine? Nooooo
He visto Harry Potter, Ice Age 3, los mundos de Coraline, los transformers, Up, ...el resto, las autorizadas para mayores de trece años, en el videoclub o las que me pasa mi cuñao.

Esa noche, dejamos a los niños con la abuela y nos fuimos al centro comercial a comer en el chino y ver una peli. Si digo que era mi aniversario de boda a algunos les puede parecer un plan un poco cutre pero os digo que es un lujo el poder llevarme una cucharada a la boca sin que me tiren de la manga... y van nueve, aniversarios digo, nueve añitos ya.

Nueve años de casados más diez de noviazgo. Haciendo cuentas llevo ya más años de mi vida con él que sin él, " ya lo compensarás cuando enviudes" me dice cuando se lo comento y se ríe mientras huye de mis collejas...
Le conocí con 16 años, tras un año escolar sin comerme una rosca y un verano de abusos ligando hasta con las piedras. Le conocí y su presencia me golpeó en la cara como una bofetada
Yo que siempre me reía del amor a primera vista...¿A él también? Me temo que no, al menos él cuenta que se fue enamorando poco a poco, infiltrándome hasta la sangre como un virus, hasta darse cuenta que no podía vivir sin mí. (¿qué me comparas con una infección? ...no, con una enfermedad crónica...)

Reimos ahora al recordar aquellos primeros años en los que lo pasamos tan mal porque mi padre se oponía a que tuviera novio, (no era nada personal, cualquier novio le hubiera molestado) Culebrones de lágrimas, vernos a escondidas, rebelarte contra el mundo por amor...era como descender por un río con muchos rápidos y sin salvavidas. Íbamos haciendo planes de fin en fin de semana, nada de proyectos a largo plazo, porque quizá nuestro destino era separarnos por mi padre o por la mili...(que sí, cariño, que todas las parejas que conocíamos rompíeron durante la mili...pero si yo fui de voluntario, la hice en el pueblo y nos veíamos todos los días!!) Bueno, pues superamos la mili y mil-i quientas cosas más. Es cierto que ya no nos amamos con la deseperación de entonces, era intenssísimo pero agotador. De vez en cuando hemos tenido temporales, el último este año ( no, mi amor, no puedes irte así...por qué no? dame una sóla razón...porque esa maleta es mía...vale pues, me quedo, pero nada más que me compre una....)

Ya no nos devoramos, ni nos asfixiamos... basta con esa mirada cómplice por encima de dos cabecitas rubias, con el apretón de manos furtivo cuando estamos entre amigos, con la facilidad que lee mis pensamientos (tanta que a veces me da miedo), con llevarle agua cuando yo bebo aunque no me lo pida, con su presencia constante en mis crisis, con abrirnos la puerta (el que está al que llega) aunque tengamos la llave, con su ofrecimiento para calentarme los pies en invierno, con mi dedicación a recoger los calcetines que acumula junto a la mesita de noche... con esa pequeñas cosa cotidianas (ir por el pan, sacar la basura, acostar a los niños cuando estoy cansada) a veces imperceptibles, para sentirnos amados, enamorados, unidos...(¿cómo? ¿que hoy juega quién y que te vas a verlo con el cuñao?... que sí, que mañana me quedo yo con los niños y tú te vas de tiendas con tu hermana...)...compenetrados.

Indispensables.


jueves, 15 de octubre de 2009

Venga, "ágora"

Ágora: proviene del griego. En las antiguas ciudades griegas, plaza pública que constituía el centro de la vida religiosa, comercial y política, donde se celebraban asambleas, se administraba justicia, Etcétera

Lo tuve que buscar en el diccionario_ perdonen mi ignorancia_ porque cuando fuí a ver la peli creía que era el nombre de uno de los personajes (vale, podéis reiros)
En la sala éramos unos 20 espectadores (bueno, era un miércoles) dos se fueron y otros dos se quedaron dormidos, de los 16 restantes la mayoría de comentarios fueron "me esperaba otra cosa" incluso mi marido, el que propuso ir a verla, se esperaba otra cosa.
A mí me encantó.
¿Que era lenta? bueno, un poco sí, pero desde mi humilde punto de vista no le faltaba ritmo, es que era ese ritmo el que le iba a la película. Desde luego no me imagino el film como una trepidante película de acción.
¿Que las lecciones de matemáticas y astronomía eran muy básicas? tal vez ahora lo resulten pero en su momento hubieran sido revolucionarias.
A mí me encantó, reitero, (aparte de las cuestiones técnicas, que para eso están los expertos)porque la protagonista era una mujer excepcional, porque el amor de los dos protagonistas masculinos me emocionó, porque me encantan las películas monumentales, porque me daba la razón y también, supongo, que como no había visto ni siquiera un trailer promocióndola no llevaba ideas preconcebidas.
De toda la película destaco dos escenas ( a ver, los que no quieran enterarse de nada antes de verla que no sigan):

Por romántica, la escena en que el esclavo acaricia el pie de Hipatia mientras duerme.

Por ridídula, la escena en que tras la primera revuelta un cristiano da círculos en medio de la plaza, agitando con desgana una cabeza (descaradamente falsa) empalada, con pinta de andar pensando "pá que coño me meto yo en esto"


lunes, 5 de octubre de 2009

Espejo, espejito 2

Debido a mi triste depresión física y a que Marido anda desocupado por las tardes, decido invertir en la economía española yéndome esta tarde a un salón de belleza. La decisión vino anoche mientras me pesaba, al descubrir que eran ya tres los kilos que he recuperado de los 5 que perdí de febrero a marzo: decidida a no engullir una onza más de chocolate e incapaz de renunciar a él pensé en extendérmelo por el cuerpo...pero, para esas cosas mejor los profesionales.
Cómo se nota que estamos en crisis, pues me dieron cita para la sesión esa misma tarde en vez de tener que esperar un mes como es habitual en ese centro.
Lo mejor de ir a un centro de belleza (o a ese centro de belleza en particular) es que la dueña es encantadora y te saluda como si te viera a diario en vez de acudir tres veces al año. Te tratan como si fueras la persona más importante del mundo, te ofrecen revistas (nuevas) mientras esperas y siempre te dan muestras gratis cuando te vas, claro que a 100 euros la sesión te mereces por lo menos trato de marquesa.
Y allí estaba yo, con mis arruguitas y mis flacideces esperando a ser recompuesta.
Lo primero, un baño templado con aceites hidratantes con extracto de chocolate, que parecía yo un bizcochito sumergido en una taza de cacao, te ponen musiquita de esa chill-out y un juego de luces que ni la discoteca Pachá y te dejan en remojo unos minutos. Y al rato ya no me sentía un bizcocho, sino una reina egipcia bañándome en leche (chocolateada, como con los choco crispis).
Envuelta en gruesas toallas me pasan para la camilla y tras secarme, me empiezan a untar de aceite (que decía yo, que sería mejor primero el mejunge y luego el baño, pero como he dicho ellas eran las profesionales) y a darme masaje en todo el cuerpo. Ya no sólo era una delicia el masaje sino los aromas de los aceites que empleaban, que iban del consabido chocolate a la vainilla, el coco o la menta. Después, la envoltura, que consiste poco más o menos en cubrirte con una capa de fondant como si fueras una tarta y dejarte envuelta en esos aromas otro ratito mientras seguimos con la musica de fondo. Si en esos instantes no empiezas a flotar por encima de tu cuerpo es que eres un leño, vamos.
La restauración corporal se completa con un tratamiento facial. Ahí empecé a parecerme a un conguito, pero como ya flotaba por encima de mi cuerpo me daba un poco igual todo, incluso convertirme en la mamita de la "señoritaescarlata" con el turbante blanco en mi cabeza. Luego con chorros de agua a distintas presiones y temperaturas (ducha Vichí, se llama) me volví blanca de nuevo (así se sentía Michael Jackson, que en paz descanse) y con un bombón delicioso fundiéndose en el paladar pasé a la peluquería donde la rehabilitación de la fachada fue completa. Antes de irme me decoraron con un poco de rimmel y brillo de labios. Y al mirarme en el espejo cuando salía me veía hasta menos papada y todo, más liviana sin el peso de los 100 euros últimos tres kilos y los últimos 10 años. Divina de la muerte.
Para colmo, cuando salí de allí me tropecé con dos antiguos compañeros del BUP: un ex-novio y su actual esposa (con unos cuantos cientos de kilos más_ qué malas somos las mujeres_) lo cual hizo subir mi autoestima unos 100 euros más.
Con eso y con el guau! de mi santo esposo mientras olía mis recovecos tengo gas para tirar otra temporada...o hasta que me pese la semana que viene,quién sabe.

viernes, 2 de octubre de 2009

Espejito,espejito...

Que difícil es a veces comprobar que el tiempo pasa.
Que difícil es intentar seguir viéndote cuando miras un espejo, que tu cara está empezando a dejar de parecerse a la cara que tú recuerdas, que salen manchas, que las arrugas que se forman al reir siguen ahí cuando no ries.
Que difícil intentar buscar tu cuerpo en cuerpo en que la piel se ha quedado grande y cuelga por donde no debería, que ese vestido que te encanta y que guardas en el armario desde el principio de los tiempos no te queda igual de bien aunque se cierre la cremallera, que difícil no entender por qué ley de la física las venas sobresalen de la piel cuando deberían ir por dentro de ella. Que las canas no es un privilegio de las abuelas. Que difícil que te llamen señora y no pasar ya la prueba del andamio (esa en la que los albañiles te dicen barbaridades cuando pasas)
Que dificil asumir que todo el dinero que gastes en cremas servirá sólo para enriquecer a las compañías que las fabrican.
Y no es justo, que justo cuando te empiezas a sentir bien por dentro, empieces a sentirte mal por lo que ves afuera.