lunes, 23 de agosto de 2010

El rehén

Encerrada. Sola. Aterrada.
Harta de contar ladrillos, por darle alguna ocupación a su cerebro. Pensaba que en cualquier momento se levantaría e intantaría romperlos con la cabeza.
Ella era rubia, adinerada, hermosa... y no debía estar ahí. Debía estar organizando alguna fiesta, luciendo su nuevo traje y tirándole los tejos a su último capricho.
Él era, a todas vistas, el individuo equivocado. Inferior a ella, en estatura y en condición. Muchos se extrañaban de su empeño en conseguirle, de sus constantes invitaciones, de sus atenciones...ella misma se preguntaba si su constancia se debía precisamente a la inutilidad de sus ataques, como si él intuyera que en el momento que lo consiguiera se acabaría su interés.
Extrañamente, fué desde que lo conoció que su vida había estado en peligro.
Se daba cuenta ahora, mientras pensaba en él para aplacar su tedio y su desesperación.
Pensaba que tal vez no era ella el objetivo del secuestro, no por su belleza, no por su dinero, sino porque "alguien" quería hacerle daño a él.
¡Qué tontería!
Por supuesto que el objetivo era ella.
Pero entonces...¿por qué no le hablaban? ¿por qué no le daban el teléfono para que llamara llorando a su padre, pidiendo un rescate? ¿por qué su secuestrador no la miraba, no le hablaba no trataba de seducirla o -Dios no lo quisiera- de violentarla?
Se sentía un rehén olvidado, como si ya ella no tuviera importancia en ese juego, como si sólo su posesión fuera suficiente.
Golpeó el suelo con su delicado zapato.
A veces creía oir algunos sonidos de fuera, pitidos, zumbidos, a veces hasta un extraño campaneo.
Quería hacer algo, tratar de escapar, correr, pelear incluso, pero no había opciones en el cubículo que la retenía...sólo ladrillos y espera.
Y, a veces, algunas voces que le devolvían la esperanza

_ Jopééééé.....Mamá otra vez me han matado.
_ Lo normal es que te cueste un poco, si no sería muy aburrido.
_ Es que me hacen trampaaaaa....
_A ver, déjame que lo intente...
_ No mamá, que el otro día me gastaste cinco vidas y al final lo tuve que hacer yo....Jooooooo. Mamáááááá.
_ Mira niño, no grites. O juegas sin enfadarte o apago el Mario de los cohones!!!!!




6 comentarios:

jupiter24 dijo...

El Mario de los cohones....
El Principe de la desesperación....
y muchos titulos mas.

Si esta generación de niños, aplicaran el mismo tiempo a las matematicas que a los viojuegos, posiblemente descubririan nuevas formulas.

petaqui dijo...

jaja lo mejor el final "O apago el Mario de los cojones" xDD jaja enorme

X dijo...

JAJAJAJAJA. Mario de los cojones. Yo dejaba de jugarme la vida por la princesa de los webs. xDDD

barbaria dijo...

Sí, jupiter24, totalmente de acuerdo, a ver cuando inventan un juego en el que haya que ir resolviendo ecuaciones para rescatar a la incognita.
Petaqui, X,confieso que yo he sido, soy todavía (enciendo la consola a escondidas cuando se acuesta el peque para que no se enfade por malgastarle las vidas)un poco adicta a los videojuegos, pero a veces me desespera y me saca ese "cohones" con "h" aspirada, como se pronuncia en mi tierra, porque mis nervios no dan más de sí.

Akane dijo...

Jupiter 24 tienes el Profesor Layton que también engancha.
Yo lo estoy del Mario Galaxi, pero tengo un equipo formado por mi hija, de 6 años, y yo. No os podeis imaginar los buenos ratos que estamos pasando este veranito y me da mucha pena cuando lo acabemos. Es una forma de jugar un ratito con ella, ya que cuando me dice:"mamá, juega conmigo a las princesas" mi respuesta siempre es: " hija, ahora no puedo, luego" en vez de decirle: ¿cómo? ¿tú estás loca?

Yandros dijo...

Yo me cagué 50 veces en el Leyton de las pelotas, menos mal que por fin terminé todos los puzzles jajaja
Un saludo