miércoles, 18 de noviembre de 2009

Todavía no.

Hora de tutoría en el colegio.
El profesor me saluda cortesmente, me da la mano y me invita a sentarme en una de las pequeñas sillas del aula.
¿Por qué lo harán?
¿ Por qué te incomodan acomodan en esas diminutas sillas mientras ellos se sientan en una más alta y aparentemente más ergonómica?
Mientras hago equilibrios con los tacones y junto las rodillas con insistencia al sentarme (mira que sólo me pongo falda una vez al mes y ha tenido que ser hoy) y acomodo el bolso en el regazo entre las rodillas juntas y casi pegadas al pecho, pienso si no habrá en todo el colegio un despacho, una sala o una cafetería donde hablar más cómodamente.
Ya estoy.
Levanto la cabeza para mirarle y callo, atenta a sus palabras.
Es buen chico, me dice, va bien en la lectura, adelantado incluso, el problema es que es muy lento haciendo las fichas...es tranquilote. No, si las hace bien, pero se distrae mucho y taaardaaaa...Bueno, también es que la clase es muy buena, mire, hoy en media hora me han hecho dos fichas, en cambio a su hijo le ha faltado un poco para terminar la primera...Tenemos que tener en cuenta que es ahora cuando se están asentando las bases de trabajo para el niño en un futuro y bla bla bla bla bla.

Me distraigo aprovechando que revuelve entre papeles para enseñarme las fichas de mi hijo y las de probablemente uno de esos chicos más rápidos.
Contemplo los dibujos que hay colgados en la pared.
No tienen nombre y son todos asombrosamente iguales.
Deben de haberles pedido que pinten una casa y casi todos han pintado casas de tejados rojos y chimeneas echando humo, algunos han pintado la playa y entre todos ellos reconozco el de mi hijo: líneas azules concéntricas, rayas verdes y amarillas cruzándolas y un borrón negro y violeta al otro lado. Abajo, en la esquina una casa pequeñita con tejados rojos y humo saliendo de su chimenea.
....como ese dibujo, continúa, estuvo casi todo el tiempo pintando garabatos hasta que le dije que pintara la casa que se iba a acabar el tiempo. ¿Por qué no prueban a utilizar un panel dónde se vayan anotando puntos por sus logros? ¿ y si le ponen un reloj delante cuando esté haciendo los deberes con una hora límite para que los termine y si acaba a tiempo le dan un premio?
Aseguro al profesor que hablaré con mi hijo y seguiré sus consejos, a ver si se distrae menos y trabaja mejor en clase.

_ Esos no son garabatos._ digo en la puerta del aula.
_ ¿Perdón?
_ El dibujo... las rayas concéntricas son una nave espacial que ha diseñado para viajar a marte (hecha de material reciclado e impulsada por la energia solar)pero como va a la velocidad de la luz, pues sólo se ven rayas. El nubarrón oscuro es que se están aproximando a un campo de meteoritos pero no debe ser muy peligroso, por eso están disparando el láser verde y amarillo. Cuando el riesgo es muy alto usa el rojo.

El profesor comtempla el dibujo como si lo viera por primera vez.

¿Sabe qué? Vamos a darle otra semanita a ver cómo le va.

10 comentarios:

Pea dijo...

Jjajajajajaja, que manera de sacar las garras de madre.
Por supuesto, hay que dejar volar la imaginación y todo.
Y con respecto a la silla, jaja, crei que eso era cosa de las peliculas y series comicas solamente, demonios, pondria una queja o le diria al profesor que tengo problemas a la columna a ver si el se sienta en la pequeñita y yo en la decente.

Txispas dijo...

ole!!!
no sé si realmente era una nave espacial... pero tu hijo se merecía una tregua...y una madre tiene límite para oír críticas sobre sus descendientes leñe!, jajaja.

Por cierto... lo del panel para celebrar sus logros funciona!! yo lo probaría...

¡¡Cómo odio esas sillas diseñadas para miniculos!!

barbaria dijo...

Buena idea, Pea, me la apunto para la siguiente reunión.
Sí, Txispas, ya tenemos el panel hecho y colocado y un reloj estupendo para que vaya controlando la hora.
Ojo, que el profesor tiene razón: es muy lento escribiendo y coloreando y se distrae con mucha facilidad y estoy de acuerdo en lo que dijo, pero es verdad todo lo de la nave -algún día explicaré su proyecto de llevar a la humanidad a otro planeta con más detalle_ tengo medio salón empapelado con naves espaciales de todas las formas y colores y una caja grande de carton con palos y latas y cosas indefinidas que se encuentra por la calle y que NECESITA para construir el escudo térmico o el fáser dismensional (???)

yokopatri dijo...

a mí me ha encantado que al menos el profesor se dé cuenta gracias a ti, que tu hijo tiene la imaginación propia de un niño y no dibuja las mismas cosas, como el resto de los niños, porque no le han metido cosas demasiado realistas. que yo sufro porque por tener imaginación, a miedad de otro sentido, pero igualmente cosas que no se sabe si sucederán pero me las imagino, y que te traten como a algo raro...pues no... tal y como avanza la ciencia, quién sabe si nos tendremos que ir a otro planeta debido al calentamiento global, y quién sabe si tu hijo será uno de los que diseñen los dispositivos para ello...es genial, digo!

Camaleona dijo...

Bueno, me he sentido completamente identificada con tu relato.
Mi hijo mayor es leeeeeento como él solo. El año pasado (segundo de infantil) la profesora siempre nos estaba metiendo caña con que se distraía un montón, que no prestaba atención... a ver si podíamos ejercitar su concentración y nos puso deberes para practicar y todo (con reloj incluido). Este año ha cambiado de profe y nosotros preocupadísimos pedimos una tutoría con la profe nueva y le preguntamos si le veía concentrado. La profe nos miró sorprendida y dijo que es cierto que es un niño cuya imaginación suele estar en otra galaxia (literalmente), pero que cuando le pregunta siempre responde, y aunque termina de los últimos, hace bien todas las fichas y no pierde el hilo de las clases. Alguien tiene que ser el último.
Son dos formas de enfocar la misma capacidad de abstracción.

Un día juntamos a tu hijo y al mío y que se cuenten las historias de las galaxias... se lo iban a pasar en grande.

Nuria dijo...

Pero qué bueno! Qué auténticos tú y tu hijo. El profesor debe de seguir vizco. Le habeis roto los esquemas. A partir de ahora tendrá curiosidad por saber qué son todos los "garabatos" que pinta tu hijo. Un saludo y encantada.

Anónimo dijo...

Sin palabras me quedo. Qué auténtico. Y que mala leche el profesor, obligarle a dibujar una casita que, a todas luces, queda fuera de lugar.
Por cierto, algún día pregúntale dónde hay que sacar el billete para cambiar de planeta. Yo me apunto.

barbaria dijo...

Igualmente, Nuria, bienvenida.
No te preocupes erranteyerrado, en principio va a ir sólo la familia, pero te haremos un huequito...

petaqui dijo...

podrias poner un escaneo del dibujo, no??
una buena teoria la de el diboujo la verdad

barbaria dijo...

jajaja Petaqui, sí pondré algunos de los "diseños" de la nave en cuestión.