sábado, 7 de enero de 2012

Cierra la caja.

Recojo las bolas del árbol como si fueran frutos maduros.
Recojo las ovejas, los pastores, los ángeles y los Reyes Magos.
Romanos, cabras, patos, camellos y hasta un elefante con su cría.
Recojo trozos de queso y chorizos y a un tipo raro con un cuchillo (el de la última foto) que aún no se ha ganado mi confianza.
Recojo a la Virgen y al Niño, San José va detrás mirando que no se olvide nada.
Desaparece la estrella y los lejanos montes sobre un confuso cielo azul, muy claro para ser de noche, muy oscuro para ser de día. Se desvanece el río y el musgo.
Barro del suelo serrín y espumillón y todo queda ordenado en sus cajas, y encerrado en el armario hasta el próximo diciembre.
Entre corcho y purpurina guardo también un trocito de corazón, una candelita del alma.
Atesoro en cambio cerquita, bien a mano, las reuniones familiares, las tardes con los niños, la ilusión de la víspera de Reyes...para mirarlo cual álbum de fotos cuando el hastío vaya ganando.
Ya está todo, anda cierra la caja.

3 comentarios:

Elysa dijo...

¡Jo! yo que no soy muy de Navidad hasta me ha dado penita. ¡Venga, ánimo! que en nada vuelves a sacar otra vez todo de las cajas...

Besitos

Juanlu (Luiyi) dijo...

Vengo del blog de Elysa, soy Juanlu, el dibujante" quería agradecer tus palabras sobre la ilustración.

Un abrazo!...voy echando un vistazo

Juan Carlos dijo...

No voy a criticar al charcutero (un jamón y unos chorizos en Belén de Judea...) porque mi Belén tiene una castañera con castañas, un pájarito que es más grande que uno de los gorrinos (en Belén un gorrino...) y el ángel anunciador es más pequeño que los pastores anunciados pero eso es lo que tiene que ser un belén familiar, creo yo. Como tú, guardo la reunión con la familia a la espera del próximo 25 de diciembre.
Salu2