jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Cómo era eso de que cuando el barco se hunde las ratas lo abandonan?

Miércoles. Siete y media de la tarde.
El WhatsApp no deja de vibrar en el bolsillo del uniforme pero yo, que soy una buena empleada, no lo cojo hasta que entro en el vestuario para cambiarme de ropa y huir hacia mi casa.
En el chat 83 mensajes nuevos.
¡83!
¿Qué ha pasado?
Hoy una de nuestras amigas asistía a una reunión con la rubia, algo hastiada pero qué se le iba a hacer, ella también es una buena empleada.
Pero también es una buena amiga y solícita a comunicarnos rápidamente cualquier eventualidad que nos concierna. "¿Estáis listas?... Atención, la rubia ha dimitido"
El resto de los mensajes son pura especulación, y nuestros mejores deseos para que le vaya bien en esta vida (¿o no...?jejeje). Después de convocar tantas reuniones sin sentido y pasear modelitos, se marcha por la puerta de atrás sin despedirse de nadie...
El recepcionista corrobora que se ha ido diciendo: "Me voy. Si preguntan, Fulanita de Tal ya no trabaja aquí".
Aún estoy en estado de estupor.
Tenemos un despacho vacío.
¿Alguien se apunta?

5 comentarios:

X dijo...

¡Agarra el ordenador antes de que sea tarde!

barbaria dijo...

Síííí....ya lo tengo en mi despacho y funcionando...Sigue en estado de shock por lo de las notitas rosa, pero le trato con dulzura :D

Darthpitufina dijo...

Eso es movilidad laboral, jeje :)

Besines y disfruta del domingo!

Camaleona dijo...

Como siempre, el tiempo pone a todo el mundo en su lugar ¿verdad?
Bueno, me alegro de que la rubia y sus notitas rosas hayan liberado tu ordenador... yo sufría por ti y tu trabajo sin poder organizarte con el ordenador :)

Elysa dijo...

¿has "arramblado" con el ordenador? Espero que si, ¡corre! antes de que venga otra tarada con nuevas normas.

¡Es una buena noticia! ¿no?

Besitos