No importa cuan personal e intransferible sea mi "yo" ni los detalles que lo adornan. En numerosas ocasiones me he sentido insignificante.
Cuando mis esfuerzos no han conseguido mover una roca ni mis opiniones cambiar una idea.
Cuando miro hacia arriba, hacia la bóveda estrellada llena de mundos a millones de años luz.
Insignificante.
Una, sólo una entre los 7,001,359,083 (sí, lo he mirado) de habitantes del planeta.
Un número más, una estadística...sin destacar entre la multitud...
Pero cuando más insignificante me siento_ insignificante, frustrada y rabiosa_ es cuando la luz del baño se enciende al detectar a una persona en el cuarto y para que me detecte a mí tenga que entrar levantando los brazos....
P.D.: Lo juro, mañana me compro tacones.
5 comentarios:
Jojojo, eso también me pasa a mí y hago cada aspaviento...xD Pero no te engañes, que tú eres mu grande, jamía.
Jajaja, bueno si se resuelve con los tacones no es tan grave la cosa ¿no? Y me cuesta creerme eso de que te sientas un número, si lo sabes, te lo voy a decir, pero lo sabes... ¡eres única! no hay otra como tú ¿a que no?
Besitos
"insignificante"... cómo me llega esa palabra ahora y cómo lo ha hecho a lo largo de mi vida. Aprovecho el comentario para despedirme de ti, ya que cerraré el blog y probablemente no vuelva a ingresar a los blogs de mis amigos, sólo quiero decirte gracias por leerme y me encanto leer tu blog también, saludos y cariños!! Y espero que la palabra insignificante empiece a cambiar de ahora en adelante.
Espero, Reina que no insinues que soy grande... a lo ancho ;P, jajaja
Elysa, gracias a Dios esa insignificancia tiene arreglo, y sí, no me siento para nada un número.
Ilian, no sabes cuánto lamento leer eso. Espero que aunque cierres el blog no dejes de escribir, no dejes de trabajar tu mente ni de expresar tus ideas.Tú sí que eres grande y algún día brillarás. Mucho ánimo y muchos besos...siempre serás bienvenido aquí y aunque no haya más blogs, ahí tienes mi correo.
Esto... a mi me pasó una vez en Limerick, en un castillo, que tenía sensor de movimiento para que te contaran la historia del castillo y unas figuritas ilustraran la narración... Pues no me detectó hasta que hice un movimiento brusco para comprobar una cosa que había leído... y empezó a sonar cuando yo ya estaba por dejar la habitación... casi me da un infarto. Así que... no estás sola en esto!
Besines!
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