Yo, que vivo aquí, en lo alto mía.

No le he pedido permiso, pero sé que me perdonará cuando se entere, porque es un tío como pocos.
Me dirá: "lo que quieras, guapa" con ese poquito de picardía, con esa guasa que gasta hasta vendiendo cupones.
Es un sabio de esos que no se forman en las escuelas, que tuvo que renacer de sus cenizas cuando de un solemne manotazo la vida le quitó las ganas de reir.
Un accidente de moto. Zas y ahí te pudras.
Pero con su valentía y su fortaleza ha echao pa´lante.
Y dice así:
LAS COSAS QUE NUNCA HARÉ:
(...) Para empezar lo que nunca haré es quizas, lo que más me gustaba: convertirme en un as de los quinientos centrímetos cúbicos. Tampoco seré yo el que le corte las barbas a Bin Laden y cantante de ópera tampoco seré. (...) Otra cosa que estoy seguro que no va a ocurrir será el que yo me enfrasque en montar un chiringuito en el Sahara, como tampoco seré torero o boxeador, alpinista o corredor de fondo...No haré otra Giralda ( porque no creo que yo tenga embrujo para igualar sus cimientos). Si Dios quiere, tampoco seré malo en la vida. ¿Fallarle a mi gente? Pues no, lo digo muy seguro, ellos no me fallaron, que se salve el que pueda, y yo no les fallaré así me cueste la vida.
No bajaré alos infiernos, entre otras cosas porque una de las secuelillas del accidente es el vértigo a bajar. Si Satán me pone un ascensor, lo mismo me absorbe un rato.
Puedo asegurar y aseguro, que no me haré terrorista. Nunca iré a la luna y al sol menos, no quiero bajar con el culo chamuscado. No tengo la menos intención de ir por el camino del travestismo. Juro que nunca me sentiré inútil ni me quiero conformar con ser uno más. Como ustedes comprenderan, me tocan las pelotas las cosas que yo , por mi defecto, no puedo hacer que no son pocas. Dentro de las cosas que yo pueda hacer, las haré o no las haré. Aunque nunca destaque en nada, que me cuesta creerlo, porque tengo más ilusión que un niño, siempre veré la vida como que constantemente me reta, y siempre quiero ir a por todas, como me salga bien algo, ya veréis.

Sirva como homenaje a todos aquellos que como él son capaces de levantar de nuevo el vuelo con una sonrisa en el rostro aunque sea un poco torcida.

El título de la entrada el de un libro escrito por esta persona de la que no digo el nombre por no haberle avisado antes, y todo lo que está en cursiva corresponde a uno de los capítulos del libro.